En la última sesión el Senado de la Nación otorgó media sanción al Proyecto de Ley que dispone la prórroga al plazo de ejecución del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. Al respecto el senador nacional por Santa Fe, Marcelo Lewandowski, destacó su aprobación y afirmó que “es necesario que el Estado esté presente con políticas activas en la comunidad para reconvertir el tejido social”.

En ese sentido el legislador sostuvo: “Esto también es seguridad porque acá nosotros sabemos que hacen falta más juzgados federales, falta más policía y más capacitada, más fuerzas federales, hace falta reconvertir el Servicio Penitenciario y que las políticas de la Justicia o los recursos para la Justicia estén, pero si no reconvertimos el tejido social con políticas activas, todo lo otro va a caer en un pozo ciego que nunca se termina de llenar”.

Necesitamos estar presentes con políticas activas básicamente con los más jóvenes en todos los aspectos: en alimento, en salud, en educación, en la parte creativa porque el contexto social es complejo. El Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego si bien tiene un resultado concreto, tangible y cuantificable debe generar una sinergia con otras políticas de carácter social como trabajar con los clubes de barrio, con la cultura, con la educación”, expresó Lewandowski.

Sobre el programa

El Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego fue creado por la Ley N° 26.216, en el año 2007. El mismo consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones con amnistía penal por los delitos de tenencia y portación ilegítima de armas de fuego a los ciudadanos a cambio de un incentivo económico. La entrega voluntaria se efectúa en Puestos de Recepción Fijos establecidos a nivel federal y en operativos de Puestos Móviles y las armas de fuego y municiones entregadas se registran en la Base de Datos Informatizados del Sistema de Gestión Integral de Materiales Controlados (BNID-SIGIMAC) y son inmediatamente inutilizadas, para luego ser procesadas para su destrucción final.

Desde la puesta en marcha se han recibido e inutilizado en el acto más de 200.000 armas de fuego y 2.000.000 de municiones. El resultado efectivo de la política de desarme voluntario es la registración de armas de fuego y demás materiales controlados que se encuentran en circulación en el mercado ilegal, en la comisión de delitos, y en tenencia irregular en los hogares. Además esta política incluye la capacitación y concientización de la ciudadanía, de organismos públicos y privados en todo el territorio argentino respecto a los riesgos de uso de armas de fuego, la prevención de las violencias con uso de armas de fuego, y la promoción de la resolución pacífica de los conflictos.