El senador nacional Marcelo Lewandowski votó en contra del presupuesto 2026 presentado por el Gobierno Nacional. En su exposición en la Cámara Alta manifestó: «Estamos convencidos de que el rumbo es equivocado: esto no es austeridad, es un ajuste brutal que no dimensiona el empobrecimiento al que se está llevando a gran parte de la sociedad. La realidad de la producción y de la actividad interna está muy lejos de lo que se pregona: según un informe de FISFE, la producción fabril cayó 3,2% interanual en octubre de 2025 y el acumulado de enero a octubre se ubica 8,2% por debajo de 2022. Muchas empresas, frente a este escenario, importan, suspenden o despiden trabajadores, y hoy se encuentran con stocks acumulados porque no hay mercado interno. No entienden que el mercado interno es históricamente el motor del crecimiento, del desarrollo y de las familias», explicó. «Sabemos que una parte de la sociedad hoy no nos cree, pero tarde o temprano se verá que apostar a la timba financiera y abandonar a la industria, al comercio genuino y al trabajo argentino no es el camino para salir adelante», concluyó.
Del mismo modo sostuvo: «¿Y qué país quieren? Uno que reafirma los recortes sociales y profundiza la desindustrialización, desfinanciando deliberadamente la educación, la ciencia y la tecnología, es decir, el semillero mismo de la industria argentina. El mayor problema de nuestro entramado productivo es la falta de mano de obra capacitada, y eso se resuelve invirtiendo en conocimiento, en materia gris, no destruyéndola. Son coherentes, sí: vienen a apuntarle al modelo productivo. Ni siquiera cumplen con lo que dicen priorizar, porque en provincias con fuerte presencia de gas, petróleo y minería hoy se vende menos que antes, ya que lo que se producía y consumía en Argentina se importa con ventajas impositivas. Mientras tanto, no se toman medidas para abaratar la energía y fortalecer a las empresas, como hacen los modelos que dicen admirar. La consecuencia es clara: fábricas y comercios que cierran, trabajadores que quedan en la calle». «Esto no es libertad, es abandono, es dejar a cada uno librado a su suerte», subrayó.