En una entrevista Radioinforme 3 por Cadena 3 Rosario, el senador nacional por Santa Fe, Marcelo Lewandowski, analizó el difícil momento que atraviesa el gobierno nacional tras una semana cargada de derrotas legislativas y creciente tensión con los gobernadores.
“El gobierno no solo no suma apoyos, sino que los pierde”, afirmó, y atribuyó el retroceso a la “impericia política” y la falta de cumplimiento de acuerdos.
Lewandowski, de extracción justicialista, hizo hincapié en la falta de diálogo del oficialismo con los distintos sectores políticos y sociales, incluso con aquellos con los que inicialmente había logrado acuerdos. Según el legislador, el oficialismo comenzó su mandato con una mayoría circunstancial en el Senado –gracias a una arquitectura liderada por el senador Romero–, pero fue perdiendo terreno rápidamente. “Hoy pierde votaciones por 58 o 60 votos. Eso refleja una pérdida de confianza generalizada”, señaló.
Al relacionarlo con la situación de la “economía real”, advirtió que es crítica, con industrias paralizadas, comercios cerrando y una creciente ola de despidos. “Apagaron el alto horno de lo que era Somisa, Acindar trabaja al mínimo. Son empresas emblemáticas. Imaginate de ahí para abajo”, alertó.
Frente a las expectativas de cambio tras las elecciones del 26 de octubre, Lewandowski fue cauto: “Más que una fecha, lo que tiene que cambiar es la mirada económica del gobierno. No se puede seguir ignorando a la producción y a las pymes”. También cuestionó la falta de una política industrial clara y la apertura indiscriminada de importaciones que, en sus palabras, “destruye empleo nacional”.
El legislador también reconoció la herencia económica recibida por el actual gobierno, con altos niveles de inflación y pobreza, pero fue enfático al señalar que los problemas estructurales comenzaron antes: “La economía viene deteriorándose desde el endeudamiento iniciado en 2016. Y hoy no hay confianza, ni macro ordenada, ni estrategia productiva”.
Finalmente, el senador apuntó contra la desconexión entre el gobierno y el sector productivo. “Los industriales no saben con quién hablar. Hay preocupación en todos los niveles”, afirmó.